Tumores cutáneos

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Los tumores cutáneos, que son acumulaciones anormales de diferentes tipos de células, pueden estar presentes desde el nacimiento o bien desarrollarse con posterioridad. Cuando el crecimiento es controlado y las células no se extienden a otras partes del cuerpo, estas formaciones cutáneas (tumores) son no cancerosas (benignas). Cuando el crecimiento es incontrolado y las células invaden tejido normal y además se extienden (hacen metástasis) hacia otras partes del cuerpo, los tumores son cancerosos (malignos).

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Lunares

Los lunares (nevos) son pequeñas formaciones cutáneas generalmente oscuras que se desarrollan a partir de las células productoras de pigmento de la piel (melanocitos).

Los lunares tienen tamaños diversos, pueden ser planos o abultados, lisos o rugosos (verrugosos) y en algunos de ellos crece pelo. Si bien por lo general son de color pardo oscuro o negro, los lunares pueden ser de color carne o amarillo-pardusco. Casi todos los individuos presentan alrededor de 10 lunares, que en la mayoría de los casos se forman durante la niñez o la adolescencia. Al igual que todas las células, las pigmentadas responden a variaciones de los valores hormonales y por ello los lunares pueden aparecer, agrandarse u oscurecerse durante el embarazo.

Dependiendo de su aspecto y localización, los lunares pueden ser considerados manchas o marcas de belleza. Los lunares que resultan poco atractivos o están localizados en zonas donde las prendas de vestir pueden irritarlos pueden ser extirpados por el médico utilizando un bisturí y anestesia local.

Habitualmente, los lunares son inofensivos y no tienen que ser extirpados. Sin embargo, algunos se asemejan mucho al melanoma maligno, un cáncer de piel, y puede resultar difícil diferenciar unos de otros. Además, a partir de lunares no cancerosos puede formarse un melanoma maligno. De hecho, casi la mitad de los melanomas malignos comienzan en los lunares, así que un lunar que tenga aspecto sospechoso debería ser extirpado y examinado al microscopio. Los cambios en un lunar como un agrandamiento (especialmente con un borde irregular), oscurecimiento, inflamación, cambios de color moteados, hemorragia, piel rota (úlcera), picor y presencia de dolor son posibles indicadores de un melanoma maligno. Si el lunar resulta ser canceroso, es posible que se necesite una segunda operación para extirpar la piel que lo rodea.

 

Lunares atípicos

 

Los lunares atípicos (nevus displásicos) son formaciones planas o abultadas de piel oscura mayores que los lunares ordinarios (mayores de un centímetro de diámetro) y no son necesariamente redondos. Su color varía desde el bronceado hasta el pardo oscuro, frecuentemente sobre un fondo rosado.

Algunas personas tienen más de 100 lunares atípicos que pueden continuar apareciendo incluso pasada la edad madura. Los lunares atípicos pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, a pesar de que son más frecuentes en las zonas cubiertas como las nalgas, el pecho y el cuero cabelludo (una distribución considerablemente diferente a la de los lunares ordinarios).

Quienes tienen lunares atípicos (particularmente aquellos con historia familiar de melanoma) deben buscar cualquier cambio que pueda indicar melanoma maligno. Todos los años deberían someterse a un examen de piel realizado por su médico de cabecera o dermatólogo.

Acrocordones

Los acrocordones son pequeños colgajos de piel suaves, blandos y de color carne, o ligeramente oscuros, que aparecen generalmente en el cuello, las axilas o las ingles.

Por lo general son inofensivos, pero pueden resultar poco estéticos y además la ropa o la piel cercana puede rozarlos e irritarlos.

Lipomas

Los lipomas son depósitos blandos de material graso que crecen bajo la piel, formando bultos redondeados u ovales. Algunas personas desarrollan sólo un lipoma, mientras otras tienen muchos. Los lipomas son más frecuentes en las mujeres que en los varones y a pesar de que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, son particularmente frecuentes en los antebrazos, el tronco y la parte posterior del cuello. Los lipomas rara vez causan problemas, aunque en ocasiones pueden ser dolorosos.

Por lo general, el médico puede reconocer fácilmente los lipomas y no se necesita realizar pruebas para diagnosticarlos. Estas formaciones no son cánceres y en muy raras ocasiones se vuelven cancerosas.

 

Angiomas

Los angiomas son acumulaciones de vasos sanguíneos o linfáticos anormalmente densos que, por lo general, se localizan en la piel y por debajo de ella y producen una coloración roja o púrpura.

Los angiomas suelen aparecer en el momento de nacer o poco después y se los suele llamar marcas de nacimiento. También reciben esa denominación otros tipos de formaciones presentes en el nacimiento. Alrededor de un tercio de los recién nacidos presenta angiomas, cuyo aspecto varía de una persona a otra y generalmente causan sólo problemas estéticos. Muchos desaparecen por sí solos. Ejemplos de angiomas son las manchas de vino de oporto, los angiomas fresa, los hemangiomas cavernosos, las arañas vasculares y los linfangiomas.

 

Granulomas piógenos

Los granulomas piógenos son zonas ligeramente abultadas de color escarlata, pardo o azul negruzco causadas por un crecimiento desmesurado de capilares (los vasos sanguíneos más pequeños) y la inflamación del tejido circundante.

La lesión se desarrolla rápidamente, a menudo tras una herida en la piel. Los granulomas piógenos pueden sangrar fácilmente porque la piel que los cubre suele ser delgada. Por razones desconocidas, durante el embarazo los granulomas piógenospueden volverse grandes, apareciendo incluso en las encías (tumores del embarazo). Los granulomas piógenos a veces desaparecen por sí solos, pero si persisten, el médico puede realizar una biopsia (extirpar una muestra y examinarla al microscopio) para tener la certeza de que no se trata de un melanoma u otro cáncer. Si es necesario, los granulomas piógenospueden ser extirpados quirúrgicamente o mediante electrocoagulación (terapia que utiliza anestesia local y una sonda eléctrica que coagula por calor), pero pueden reaparecer tras el tratamiento.

 

Queratosis seborreicas

Las queratosis seborreicas (a veces llamadas verrugas seborreicas) son formaciones de color carne, pardas o negras, que pueden aparecer en cualquier parte de la piel.

Por lo general, estas queratosis aparecen en el tronco y las sienes; en personas de etnia negra, especialmente en las mujeres, suelen aparecer en la cara. Son más frecuentes en personas de edad madura y de edad avanzada; su causa es desconocida.

Las queratosis seborreicas son de tamaño variable y crecen muy lentamente. Pueden ser redondas u ovaladas, parece que estén adheridas a la piel y a menudo presentan una superficie cérea o descamativa. Estas lesiones no son cancerosas ni siquiera con el paso de los años.

 

Dermatofibromas

Los dermatofibromas son bultos pequeños (nódulos) de color rojo a pardo que derivan de una acumulación de fibroblastos, unas células localizadas en el tejido blando que está por debajo de la piel.

La causa de los dermatofibromas es desconocida.Son frecuentes y a menudo se presentan como bultos duros y solitarios que suelen localizarse en las piernas; algunas personas desarrollan muchos dermatofibromas. Pueden causar picor. Por lo general, los dermatofibromas no reciben tratamiento a no ser que se vuelvan molestos o aumenten de tamaño. Pueden ser extirpados quirúrgicamente con anestesia local.

 

Queratoacantomas

Los queratoacantomas son formaciones redondas, duras, a menudo de color carne, que presentan un cráter central característico que contiene un material pastoso.

Frecuentemente, los queratoacantomas aparecen en la cara, antebrazo y dorso de la mano, creciendo rápidamente. En 1 o 2 meses, pueden crecer hasta sobrepasar los 5 centímetros de ancho. Al cabo de pocos meses suelen comenzar a desaparecer, pero pueden dejar cicatrices.

Los queratoacantomas no son cancerosos, pero pueden parecerse mucho al carcinoma de células escamosas, un tipo de cáncer cutáneo; en consecuencia, los médicos suelen realizar una biopsia (extracción de una muestra y sucesivo examen al microscopio). Los queratoacantomas pueden ser tratados quirúrgicamente o mediante inyecciones de corticosteroides o fluorouracilo; ambas técnicas eliminan los queratoacantomas y por lo general dejan menos cicatrices permitiéndoles su involución espontánea.

 

Queloides

Los queloides son formaciones proliferativas de tejido fibroso, lisas, brillantes, ligeramente rosadas y con forma de cúpula, que aparecen en una zona de herida o sobre las cicatrices quirúrgicas.

Estas lesiones también pueden formarse como consecuencia de una acné grave. Algunas veces se forman sin que exista una herida. Son mucho más frecuentes en personas de etnia negra.

Los queloides responden irregularmente a la terapia, pero si se aplican inyecciones de fármacos corticosteroides todos los meses es posible que se aplanen un poco. El médico puede intentar la extirpación quirúrgica o con láser seguida de inyecciones de corticosteroides, pero raramente se obtiene un resultado ideal.

Algunos médicos han aplicado compresas de silicona sobre los queloides logrando aplanarlos considerablemente.

Los cánceres de piel son la forma más frecuente de cáncer, pero son habitualmente curables. Las formas más frecuentes de cáncer de piel suelen desarrollarse en zonas expuestas al sol. Las personas que han permanecido expuestas largo tiempo al sol, en particular las de piel clara, son las más susceptibles de desarrollar cáncer de piel.

 

Carcinoma basocelular

El carcinoma basocelular es un cáncer que se origina en la capa más profunda de la epidermis.

El carcinoma basocelular suele desarrollarse en superficies de piel que están expuestas a la radiación solar. Los tumores comienzan como formaciones muy pequeñas, brillantes duras y abultadas que aparecen sobre la piel (nódulos) y se agrandan muy lentamente, a veces tanto que pueden pasar inadvertidos. Sin embargo, la velocidad de crecimiento varía enormemente de un tumor a otro y algunos llegan a crecer aproximadamente un centímetro al año. El carcinoma basocelular puede ulcerarse o formar costras en el centro. En ocasiones crecen aplanados y se asemejan ligeramente a cicatrices. El borde del cáncer puede adquirir un aspecto blanco perlado. Por otra parte, el cáncer puede sangrar, formar costras y curar, llevando al paciente a pensar que se trata de una úlcera en vez de un cáncer. En realidad, esta alteración entre el sangrado y la cura es, a menudo, un signo significativo de carcinoma basocelular o de carcinoma de células escamosas.

En lugar de extenderse (hacer metástasis) hacia otros lugares del cuerpo, los carcinomas basocelulares suelen invadir y destruir los tejidos circundantes. Cuando los carcinomas basocelulares crecen cerca de un ojo, la boca, un hueso o el cerebro, las consecuencias de la invasión pueden resultar graves. Sin embargo, en la mayoría de las personas se limitan a crecer lentamente dentro de la piel. De todos modos, extirpar los carcinomas de manera precoz puede evitar que se extienda el daño a las estructuras subyacentes.

 

Carcinoma de células escamosas

El carcinoma de células escamosas es un cáncer que se origina en la capa intermedia de la epidermis.

El carcinoma de células escamosas suele desarrollarse en zonas de piel expuestas al sol, pero también puede hacerlo en cualquier otra parte del cuerpo, como la lengua o la mucosa bucal. Puede formarse en piel de aspecto normal o en piel dañada (aunque haya sido muchos años antes) por la exposición al sol (queratosis actínica).

El carcinoma de células escamosas comienza como una zona roja con superficie costrosa, descamativa, que no cura. A medida que crece, el tumor puede volverse nodular y duro y en ocasiones presentar una superficie verrugosa. Al final, el cáncer se convierte en una úlcera abierta y crece dentro del tejido subyacente.

Generalmente, los carcinomas de células escamosas sólo afectan a la zona que los rodea al penetrar más profundamente en los tejidos cercanos. Pero otros se extienden (metastatizan) hacia partes distantes del cuerpo y pueden ser mortales.

La enfermedad de Bowen es una forma de carcinoma de células escamosas confinado a la epidermis que aún no ha invadido la capa dérmica subyacente. La piel afectada es de color rojo-pardusco, escamosa o costrosa, plana y a veces similar a placas de psoriasis, dermatitis o una infección micótica.

 

Diagnóstico y tratamiento

Cuando los médicos sospechan de un carcinoma de células escamosas, realizan una biopsia (extracción de una muestra de tejido para examinarla al microscopio) para diferenciar este cáncer de piel de otras enfermedades de apariencia semejante.

El carcinoma de células escamosas y la enfermedad de Bowen se tratan mediante extirpación del tumor. La queratosis actínica, una irregularidad verrugosa que aparece en la superficie de la piel y puede degenerar en carcinoma de células escamosas, suele ser tratada mediante su destrucción.

 

Melanoma

El melanoma es un cáncer que se origina en las células productoras de pigmento (melanocitos).

El melanoma puede comenzar como una formación cutánea nueva, pequeña y pigmentada que aparece sobre la piel normal, muy a menudo en las zonas expuestas al sol, pero también puede desarrollarse a partir de lunares ya existentes, como sucede en la mitad de los casos. A diferencia de otras formas de cáncer cutáneo, el melanoma se extiende rápidamente (metastatiza) hacia partes alejadas del cuerpo, donde continúa creciendo y destruyendo tejido.

Cuanto menos ha crecido el melanoma en la piel, mayor es la probabilidad de que cure. Si el melanoma ha crecido profundamente dentro de la piel, suele extenderse a través de los vasos linfáticos y sanguíneos y puede causar la muerte en cuestión de meses o de unos pocos años. El curso de la enfermedad varía en gran medida y parece que depende de las defensas del sistema inmunológico. Algunas personas sobreviven durante muchos años en un aparente buen estado de salud a pesar de la propagación del melanoma.

 

Diagnóstico y tratamiento

Cuando se sospecha la presencia de un melanoma, se realiza una biopsia (extraccción de una muestra de tejido y examen al microscopio). Los tumores pequeños se extirpan enteramente, pero cuando son grandes se obtiene sólo una pequeña porción. En cualquier caso, un anatomopatólogo examina el tejido al microscopio para determinar si el tumor corresponde a un melanoma.

Quirúrgicamente puede extirparse la totalidad del melanoma; si éste no se ha propagado, el índice de curación se acerca al cien por cien. Sin embargo, cualquier persona que haya tenido un melanoma corre el riesgo de desarrollar otros. En consecuencia, estas personas necesitan controles periódicos de piel.

 

Sarcoma de Kaposi

El sarcoma de Kaposi es un cáncer que se origina en los vasos sanguíneos, generalmente de la piel.

El sarcoma de Kaposi adopta dos formas: la primera es una enfermedad que afecta a personas de edad avanzada, frecuentemente de origen europeo, judío o italiano, en los que el cáncer crece muy lentamente sobre la piel y raramente se propaga. La segunda forma es característica de los niños y los varones jóvenes del áfrica ecuatorial, así como de los enfermos de SIDA. Esta forma de sarcoma de Kaposi crece mucho más deprisa y suele afectar a los vasos sanguíneos de los órganos internos.

En las personas mayores, el sarcoma de Kaposi suele aparecer como una mancha de color violáceo o pardo oscuro en las piernas o en los dedos de los pies. El cáncer puede crecer varios centímetros o más, en forma de un área profundamente coloreada, plana o ligeramente abultada que tiende a ulcerarse y sangrar. El cáncer puede diseminarse lentamente por toda la pierna.

Entre los africanos y los enfermos de SIDA, el sarcoma de Kaposi suele aparecer primero como una peca rosada, roja o púrpura de forma redondeada u ovalada. Estas formaciones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero por lo general lo hacen en la cara. Al cabo de varios meses, las pecas pueden aparecer en varias zonas del cuerpo, incluyendo la boca; también pueden desarrollarse en órganos internos y ganglios linfáticos, donde pueden causar una hemorragia interna.

 

Tratamiento

Las personas mayores con sarcoma de Kaposi de crecimiento lento y ningún otro síntoma pueden no necesitar tratamiento. Sin embargo, los puntos tumorales pueden tratarse mediante congelación, radioterapia, o electrocauterización (destrucción de tejidos utilizando una sonda eléctrica).

En los enfermos de SIDA y otras personas con la forma más agresiva de la enfermedad, el tratamiento no ha resultado muy beneficioso. La quimioterapia ha tenido resultados decepcionantes. El interferón-alfa puede desacelerar la progresión de las formaciones cutáneas precoces y el fármaco vincristina inyectado directamente en ellas puede hacerlas remitir. Tratar elsarcoma de Kaposi no parece prolongar la vida de las personas afectadas de SIDA. Pero el hecho de mejorar el sistema inmune de la persona puede provocar una regresión del sarcoma de Kaposi.

 

Enfermedad de Paget

La enfermedad de Paget es un tipo de cáncer de piel raro que se parece a una placa de piel inflamada y enrojecida (dermatitis); se origina en las glándulas cutáneas o subcutáneas.

(El término enfermedad de Paget también hace referencia a una enfermedad ósea metabólica que no tiene relación con ésta; son enfermedades distintas que no deben confundirse.)

Como la enfermedad de Paget suele originarse a partir de un cáncer de los conductos mamarios, el cáncer generalmente se forma alrededor del pezón. La enfermedad de Paget también suele tener el aspecto de una erupción roja, exudativa y costrosa localizada en las ingles o alrededor del ano; el tumor puede originarse en las glándulas sudoríparas cercanas. La enfermedad de Paget se trata extirpando quirúrgicamente la totalidad del tumor.

 

¿Qué es un hemangioma?

Un hemangioma es un tipo de marca de nacimiento. Es el tumor de piel benigno (no canceroso) más frecuente. Puede ser congénito (marca tenue y rojiza) o puede aparecer durante los primeros meses posteriores al nacimiento. Un hemangiomatambién se conoce como mancha de vino de Oporto, hemangioma en fresa y parche de color salmón.

 

¿Qué es una malformación vascular?

Una malformación vascular es otro tipo de marca de nacimiento, o malformación congénita (presente al nacer), constituida por arterias, venas, capilares o vasos linfáticos. Existen varios tipos diferentes y reciben su nombre en función del tipo de vaso sanguíneo más afectado. Una malformación vascular también se denomina linfangioma, malformación arteriovenosa ygigantismo vascular.

 

¿Cuál es la diferencia entre un hemangioma y una malformación vascular?

La mayoría de los hemangiomas generalmente no están presentes al nacer o, de estarlo, son marcas muy tenues de coloración rojiza. Sin embargo, crecen rápidamente poco después del nacimiento, de hecho, frecuentemente crecen más rápido que el propio niño. Con el transcurrir del tiempo, su tamaño se reduce (involucionan) y su color se torna más claro. Este proceso de involución puede durar muchos años.

Las malformaciones vasculares están presentes al nacer y aumentan de tamaño proporcionalmente al crecimiento del niño. No sufren una involución espontánea y pueden volverse más aparentes a medida que el niño crece.

 

¿Cuáles son las causas de los hemangiomas y las malformaciones vasculares?

En general, las causas de los hemangiomas y las malformaciones vasculares son esporádicas (ocurren al azar). Sin embargo, en una familia también puede ser heredado como un rasgo autosómico dominante. Autosómico dominante significa que se necesita un gen para que el trastorno se manifieste, y el gen se transmite del padre o la madre al hijo con un riesgo del 50 por ciento en cada embarazo. Ambos sexos se ven afectados en igual proporción y la variabilidad de expresión del gen es muy grande. En otras palabras, es posible que cualquiera de los padres desconozca que tuvieron un hemangioma porque éste desapareció, pero el niño se verá afectado en un grado mayor. Es probable que la familia no acuda al genetista sino hasta que nace un bebé con un trastorno grave. En general, es en ese momento cuando se descubren otros familiares con una manifestación leve del gen, lo que confirma la herencia autosómica dominante.

Los hemangiomas y las malformaciones vasculares son la manifestación de múltiples síndromes genéticos diferentes que tienen una variedad de patrones de herencia y probabilidades de recurrencia, según el síndrome específico presente.

Los hemangiomas están presentes en hasta el 12 por ciento de los bebés durante el primer año de vida. En general, afecta con una frecuencia mayor a las niñas que a los niños.

 

¿Qué debo hacer si mi hijo tiene un hemangioma o una malformación vascular?

Si el hemangioma o la malformación vascular es muy grande o afecta el aparato respiratorio (vías respiratorias o pulmones) u otro aparato o sistema del cuerpo, podría llegar a comprometer la vida. También puede llegar a convertirse en una amenaza si elhemangioma presenta una hemorragia incontrolable. Las lesiones grandes y, o que ponen el peligro la vida deben ser evaluadas por un equipo multidisciplinario de especialistas que incluya cirujanos plásticos, dermatólogos, oftalmólogos, radiólogos y otros especialistas, según los órganos que estén comprometidos.

 

Tratamiento para los hemangiomas

El tratamiento depende del tamaño, la localización y la gravedad de los hemangiomas. Generalmente, no se recomienda el tratamiento de los hemangiomas pequeños o los no invasivos, ya que desaparecerán(involucionarán) espontáneamente. Sin embargo, los hemangiomas pueden causar problemas de hemorragias, dificultades respiratorias o en la alimentación, alteraciones en el crecimiento o un deterioro de la visión que quizás requiera una intervención médica o quirúrgica.

El tratamiento puede incluir lo siguiente:

  • medicamentos esteroides
  • embolización de los vasos sanguíneos (inyección de material en los vasos sanguíneos para obstruir la afluencia sanguínea)
  • extirpación quirúrgica o por láser

 

Tratamiento para las malformaciones vasculares

El tratamiento depende del tipo de malformación vascular, ya que cada uno de ellos merece un tratamiento diferente. Generalmente, la terapia con láser es efectiva para las malformaciones capilares o las manchas de vino de Oporto, que tienden a ser planas, de color rojo o violáceo y que se localizan en la cara. Las malformaciones arteriales frecuentemente se tratan mediante embolización (se obstruye el flujo sanguíneo hacia la malformación por medio de la inyección de un material cerca de la lesión). Las malformaciones venosas a menudo se tratan por medio de una inyección directa de un medicamento esclerosante (coagulante) que provoca la coagulación de los canales. Muchas veces, el cuidado efectivo de la lesión se logra a través de la combinación de los diferentes tratamientos.

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