En Clínica Ros en Córdoba, definimos la sinmastia, como la unión de ambas mamas ante la ausencia del surco intermamario o canalillo. La sinamastia no es una lesión común, ni en su origen congénito, ni en su aparición posterior a una intervención de aumento de mamas en la que la distancia medial de ambos pechos no es la anatómicamente correcta.
En el primero de los casos es de muy rara aparición y el efecto se produce porque ambas mamas están unidas, ya al nacer, mediante una pequeña membrana cutánea.
El segundo supuesto, el de la unión tras pasar por un quirófano estético, puede tener diferentes orígenes, aunque el habitual es que a la hora de diseñar el bolsillo (la cavidad que diseña el cirujano para alojar la prótesis) sobrepasa el límite medial y ambos senos quedan unidos.
Esto es, la distancia que tiene que haber entre un pecho y el otro, que tiene que ser como mínimo de un centímetro. Si no se respeta, se produce sinmastia. No tiene que ver con la forma de las prótesis (da igual que sean redondas o anatómicas) sino con la pericia de quien lleva el bisturí en el quirófano.
Sin embargo, el tamaño sí importa en este caso. Si a una paciente se le implantan unas prótesis, digamos, XXL, grandes y desproporcionadas en relación al contorno y al resto del cuerpo, por supuesto que el surco intermamario desaparece. Quedan muy unidas y se pierde la belleza de esa separación pequeña, justa, pero necesaria.
En cualquiera de los casos, en Clínica Ros en Córdoba, la Dra. Soto corrige la sinmastia con una intervención en la que se debe rediseñar el bolsillo de cada pecho. Puede que tengamos que sustituir las prótesis de gran tamaño por unas menores.
Dependiendo de cada caso se tendrá que llevar un arnés ortopédico durante el tiempo que prescriba la Dra. Rocío Soto.
Y recuerda: en Clínica Ros te ofrecemos lo mejor.